Factores psicosociales en los conductores y repartidores
¿Sabías que estar insatisfecho con tu trabajo puede afectarte a tu seguridad en la carretera? Lo mismo ocurre si sientes fatiga mental, estrés, desmotivación laboral o problemas de relación, entre otros. En todo momento hablamos de factores psicosociales que afectan a nuestro día a día y, como no puede ser de otro modo, también a la seguridad en la conducción. Abordamos, a continuación, qué factores psicosociales pueden perjudicar tu seguridad vial y cómo pueden hacerlo.
Los factores psicosociales son aquellas condiciones de trabajo que tienen que ver con cómo se organiza, en qué consiste y cómo se ejecuta. También se tienen en cuenta las relaciones entre personas y el contexto en los que se lleva a cabo. Desde el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSS), se detalla que cuando estas condiciones de trabajo son malas, deficientes y/o adversas interaccionan con las expectativas, necesidades, capacidades y/o actitudes de los trabajadores y, por lo tanto, “impactan negativamente sobre su seguridad, salud y bienestar, convirtiéndose entonces en una fuente de riesgo que es preciso gestionar”. Por lo tanto, estos factores de riesgo psicosociales deben ser evaluados y se debe intervenir sobre ellos con una correcta planificación preventiva con el objetivo de eliminarlos, reducirlos o controlarlos en la medida de lo posible.
Los repartidores pasan toda su jornada laboral en la carretera. Esto mismo ocurre con otros puestos de trabajo como pueden ser comerciales, logística o correos, entre otros. Además, hay que tener en cuenta que el 57,8% de los siniestros laborales de tráfico en 2021 fueron in itinere, es decir, al ir y volver del trabajo (Informe de siniestros laborales de tráfico 2021, del INSS). Por ello, podemos decir que la seguridad vial laboral afecta a todos y cada uno de los trabajadores, aunque no cojan el vehículo en el transcurso de su jornada.
Principales factores de riesgo psicosocial para conductores y repartidores
Desde el INSS se enumeran los principales factores de riesgo psicosocial a los que deben hacer frente conductores y repartidores en el día a día. Y es que para poder atajarlos es necesario que previamente sean identificados:
- Durante la conducción tienen exigentes demandas cognitivas. Deben procesar rápidamente lo que ocurre en el tráfico, analizar, tomar decisiones…
- Multitarea: planificación de la jornada, conducción, reparto, papeleo, carga y descarga, tiempos…
- Establecen contacto directo y habitual con las personas.
- Deben cumplir los plazos establecidos, muchas veces ajustados. Además, muchas veces escapan al control del conductor, ya que dependen del tráfico y de otras circunstancias ajenas a ellos.
- El lugar del trabajo dificulta la tarea (carretera, aparcamiento…)
- Constante atención y precaución por la presencia frecuente de usuarios vulnerables como peatones, ciclistas o motocicletas, entre otros.
- Exposición a situaciones de violencia, también la vial. Deben hacer frente a clientes insatisfechos, robos, conductores irrespetuosos, reproches al volante…
- En muchos casos, tienen precariedad laboral.
- Otros: sobrecarga de trabajo, falta de autonomía y control, ritmo a demanda de factores externos (horarios comerciales o demanda de clientes) y trabajo en fines de semana y festivos, en muchos casos. Muchas veces tienen descansos insuficientes, dependen de factores ajenos como los climatológicos, hay escaso apoyo social de compañeros y deben hacer un uso intensivo de tecnologías (comunicación, tareas administrativas y geolocalización, entre otros).
¿Qué pueden provocar estos factores en los conductores?
Es evidente que todos estos factores afectan a la salud de las personas y, además, aumentan las posibilidades de sufrir un siniestro de tráfico. Y es que el conductor no se encuentra en una situación óptima que le permita dedicar su atención a la conducción al 100%.
Así, por ejemplo, este tipo de factores psicosociales provocan trastornos del sueño y alteración en los ritmos biológicos. También hacen que los conductores sean fácilmente irritables, falta de concentración, ansiedad y depresión. La vida social y familiar puede verse alterada. Desde el INSS también se enumeran trastornos musculoesqueléticos, de alimentación, estrés y mayor fatiga física y mental.
La evaluación debe hacerse teniendo en cuenta los factores de riesgo psicosocial específicos del puesto de trabajo. Sólo así conseguiremos seguridad y salud en el trabajo y en nuestro día a día.