Que la niebla no te ciegue: ¿qué hacer para ver mejor?

Ver y ser vistos, dos factores muy importantes que tenemos que intentar conseguir cuando se produce niebla, especialmente si es muy espesa. ¿Qué luces debo poner para mejorar mi visibilidad? ¿Qué luces son las encargadas de conseguir que yo sea más visible para el resto de usuarios en estas circunstancias?

Saber reaccionar de forma correcta conseguirá que afrontemos la situación sin riesgos. Y es que conducir con niebla no es algo que se haga todos los días. Por este motivo, ofrecemos estos importantes consejos enfocados, sobre todo, a la mejora de la visibilidad, tanto por parte del conductor como del resto de conductores.

Por un lado, hay que tener en cuenta que debemos encender las luces antiniebla delanteras. En caso de que la niebla sea especialmente densa o que las circunstancias sean especialmente desfavorables y dificulten la visibilidad, también encenderemos las antiniebla traseras. Por un lado, las antiniebla delanteras mejoran nuestra visión mientras que las traseras hacen que seamos más visibles al resto de usuarios en condiciones de mala visibilidad. 

Hay que resaltar que en cuanto la situación haya mejorado se deberán quitar, sobre todo, las antiniebla traseras para no deslumbrar a los conductores de detrás. 

La luz antiniebla delantera puede utilizarse aislada o simultáneamente con la de corto alcance o, incluso, con la de largo alcance. Sin embargo, en momentos de niebla se recomienda también quitar las luces largas, ya que rebotan en las gotas de agua que forman la niebla y esto puede producir un efecto espejo deslumbrando a los conductores. 

Es especialmente importante adaptar la velocidad a las circunstancias y reducirla al campo de visión. Es decir, no ir más rápido que lo que el ojo puede llegar a ver. Cuando menos se vea, más se debe reducir la velocidad. 

También se aconseja usar como guías las marcas longitudinales y laterales de la carretera para no salirse del carril y seguir el camino. 

Por último, hay que tener en cuenta que si la temperatura desciende, las gotas de agua que hay en el asfalto pueden ser especialmente resbaladizas.